En la antigua Grecia (469 - 399 AC), Sócrates era un maestro reconocido por su sabiduría. Un día, el gran filósofo se encontró con un conocido, que le dijo muy excitado:

- "Sócrates, ¿sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?"

- "Un momento" respondió Sócrates. "Antes de decirme nada me gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del triple filtro".?

- "¿Triple filtro?"?

- "Eso es", continuó Sócrates. "Antes de contarme lo que sea sobre mí alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo que vayas a decirme. El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estás completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?"

- "No, me acabo de enterar y..."?

- "Bien", dijo Sócrates. "Así que no sabes si es cierto lo que quieres contarme. Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad.

¿ Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"

- "No. Todo lo contrario..."?

- "Con que" le interrumpió Sócrates, "quieres contarme algo malo de él, que no sabes siquiera si es cierto. Aún puedes pasar la prueba, pues queda un tercer filtro: el filtro de la Utilidad. ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?"

- "No. No mucho."?

- "Por lo tanto" concluyó Sócrates, "si lo que quieres contarme puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?".
por Ishtar - MMGG

Lo que soy para ti…lo que quiero ser para ti… un lienzo sin duda, en el que plasmes maravillosas obras, que tus dedos dibujen esos trazos y sean guías, guías de esas caricias que forman pinceladas fuertes, continuas, profundas, que se extiendan y provoquen formas, paisajes y caminos, solo marcados por el ritmo que te invade y te recorre, algunas veces tan lento y dedicado y otras tan incontenible, como trazando esos burdos bocetos para impedir que se borren esas ideas apenas concebidas, algunas dándote el lujo de la experimentación.

Un lienzo que se entrega sulfuroso ante la creación de un artista, que anhela ser terminada y renovada infinidad de veces, que contenga esos colores tan cálidos adheridos en cada respiro, en cada susurro, en cada parte de ese aliento sutilmente desprendido de esos labios invadidos, insaciables, desbordantes de calor.

Un lienzo que en ocasiones se mostrará ciego dándole paso a esos aromas, a esos sabores que desean ser absorbidos en cada fibra, para finalmente mirarse a sí misma en aquellos ojos llenos de deseo y contemplación…

Un lienzo imperfecto, con soledades, silencios y esos espacios vacíos, en busca de compartir esas ausencias es lo que deseo ser… ¿Porqué? Porque esa soledad no se debe buscar reemplazar, sino algo más que se debe compartir, aquellos que dan paso a esos silencios, que se vuelcan hacia mi en diferentes expresiones tan creativas, imperiosas, aquellas que me dicen más de lo que podrías decirme con palabras…

Soy donde siempre comienzas y terminas, te descubres, te analizas, te detienes, te diviertes y te inclinas hacia diferentes corrientes, al final siempre te das cuenta de que la obra terminada puede ser rápidamente reemplazada y mejorada.

Sáciate de mí si es lo que deseas, compleméntate conmigo, hazme parte de ti, más no permitas que invada tu esencia, porque todas estas cosas es lo que hacen que seas tan deslumbrante, intenso, apasionado y lleno de detalles… un alma única, maravillosamente única y yo… el resultado, como un espejo marcado por un tiempo y un espacio, mostrando al mundo, cada día… una obra de arte…

Ishtar